Jugar a baloncesto no se trata solo de botar un balón, saltar y tirar. Implica más elementos como correr de u lado a otro de la cancha, girar, cambiar de dirección, recuperar el balón…

El entrenamiento debe tener en cuenta todos estos aspectos, por lo que la rutina debería hacerse al igual que una de gimnasio: calentamiento, desarrollo de los ejercicios, enfriamiento…

Por ello, las actividades deben estar bien organizadas:

  • Calentamiento con balón

Después de un primer calentamiento normal, el jugador está alrededor de 15 minutos driblando el balón, tirando a canasta y realizando ejercicios distintos, pero con el balón. El objetivo es entrar en contacto con el balón y centrarse en el juego

  •  Trabajo de tiros

Comienza con unos 30/35 tiros libres. Con cada tiro, el jugador puede practicar diversos aspectos del deporte, como la velocidad, precisión, tomar el rebote o lanzando desde distintas posiciones. Es recomendable que no dure más de 30 minutos.

  • Rebote y pase de balón

En esta parte del entrenamiento se practicará el dribleo. Puede hacerse solo, con un compañero, con conos… Al igual que los ejercicios de pases, puede ser solo usando una pared y que la pelota tenga que tocar un punto concreto de forma rápida y precisa. Con 20 minutos es suficiente.

  • Práctica de velocidad

El jugador puede saltar a la cuerda durante 10 minutos. El jugador puede driblear el balón de lado a lado con los ojos y la cabeza en alto y arrastrando los pies hacia los lados.

  • Enfriamiento

Para finalizar el entrenamiento, el jugador puede realizar los mismos ejercicios que al principio: tiros libres, trotar de manera pausada y estirar.

También recordad que es importante que el jugador de baloncesto tenga una rutina de entrenamiento en el gimnasio para fortalecer los músculos y tener un buen rendimiento físico