La Asociación Española de Médicos de Baloncesto ha declarado en un documento que se llevarán a cabo tres niveles de seguridad al iniciar los entrenamientos:
1º Jugadores y resto del personal (médicos, entrenadores, etc.)
2º Familiares y compañeros de piso de los jugadores
3º Otros empleados del club
Además, el documento divide en dos los factores de posible contagio:
-Intrínsecos (dentro del propio equipo, familiares)
-Extrinsecos (aquellos que no se pueden controlar por el jugador)
Tras mencionar estos datos analizados, en el documento se recuerdan las medidas ya establecidas como el lavado de manos, el distanciamiento social y el uso de mascarillas y guantes.
Cómo se organizará el inicio de los entrenamientos
Todos los clubes deberán tener un médico responsable que llevará a cabo un historial clínico. A partir de ahí se dividirán en dos grupos: casos confirmados de COVID-19 y gente susceptible o de situación desconocida, y dependiendo de en qué grupo estén pasarán a una fase u otra.
Para ello tendrán que realizar además un cuestionario donde responderán si ha tenido síntomas básicos del COVID-19, si ha pasado algún test, si ha recibido asistencia médica o tratamiento durante la cuarentena, etc.
Además, en ese mismo cuestionario debe informar acerca de los síntomas que tiene en el momento actual y en los catorce días anteriores, sus constantes vitales, el entorno que ha tenido y dónde ha pasado el confinamiento.
Para los jugadores que tras este historial clínico sean considerados aptos, se les hará controles diarios de temperatura. También estipula el documento los diferentes test que se llevarán a cabo para detectar cualquier síntoma o anomalía en los jugadores.
Los jugadores que pasen este test podrán retomar el entrenamiento. Aquellos que no lo sean deberán seguir estrictamente las pautas regidas por el médico responsable. Una vez que se inicien los entrenamientos, deberán hacerse controles de temperatura y test de anticuerpos cada 2 o 3 días.
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